Al calor de la aplastante victoria del otro día en la final de la Copa del Rey, he creído oportuno analizar la actualidad del Barcelona, pero no desde un punto de vista destructivo, sino crítico y constructivo.
Muchos dicen que este equipo ha perdido el hambre, la ambición, las ganas de ganar, de ser los mejores. Otros dicen que la culpa ha sido de Gerardo 'Tata' Martino. Otros lo han definido como mala suerte. Yo prefiero hablar de inutilidad directiva y desgaste de un estilo.
Amigos míos, el Barcelona ha estado aplastando a toda Europa con lecciones futbolísticas durante la friolera de 5-6 años. Los equipos han aprendido a jugarle los partidos, a neutralizar su juego y atacar sus puntos débiles, situados especialmente en defensa. Durante las últimas temporadas se ha criticado que la plantilla era corta, pero desde la directiva no se ha hecho nada para remediarlo; o tal vez sí:
- En vez de fichar un central con garantías como Silva o David Luiz se optó por contratar a Neymar, quien ha demostrado que en la filosofía del Barcelona encaja más bien poco, aunque el tema Instragram lo maneja con una soltura propia de un experto como Dani Alves. Buscar un recambio para Puyol, a la espera de la eclosión de Bartra, para acompañar a Piqué era el objetivo más inmediato para Rosell este verano. Sin embargo, la solución ha sido mantener a Mascherano, un centrocampista reconvertido a central, en la zaga titular por delante incluso de Bartra. Esta premisa introduce mi segundo punto a destacar: la cantera.
- La Masía. Esa cuna de campeones como Iniesta, Fábregas, Xavi, Puyol o Messi. Amigos míos, el discurso de que el Barcelona aprovecha la cantera se acabó hace un par de años, ya que si nos ponemos a analizar a la gran cantidad de talentos que han salido del filial las últimas temporadas, veremos como grandes futbolistas o se han ido o están gozando de pocas oportunidades en el club:
Víctor Sánchez, Thiago o Fontás son algunos de los ejemplos de jugadores con nivel suficiente como para haber jugado de titulares en el Barcelona, especialmente en el caso de Thiago. Otro caso alarmante es el de Isaac Cuenca, quien fue el revulsivo de Guardiola y ahora está condenado al ostracismo culé, contando también con sus inoportunas lesiones. Luego tenemos a Tello; jugador cumplidor, peligroso y desequilibrante pero con menos oportunidades que Kiu (los comunieros entenderán el chiste). Deulofeu, la perla blaugrana, cedido a la Premier porque este año con la llegada de Neymar, oportunidades nulas.
- El desgaste de algunos jugadores como Xavi es otro de los problemas del Barcelona. Vale que el de Terrasa es un mago y que tiene más calidad que la mayoría de toda la Liga juntos, pero ha cumplido la friolera de 34 años y quien iba a ser su recambio, Thiago, está aportando su calidad en el Bayer. El caso de Puyol es incluso más denotativo, puesto que con 36 castañas y las lesiones persiguiéndolo, el capitán no tiene el físico necesario para un equipo de primerísimo nivel como el Barça. Son dos jugadores que han dado mucho, leyendas. En el caso de Xavi, creo incluso que debería haber ganado el Balón de Oro, y confío ciegamente en que va a hacer un Mundial sobresaliente, pero otra temporada con esta exigencia quizás sea demasiado.
- La portería es el esperpento de los esperpentos. Un despropósito más alarmante que poner a Adán de titular en el Real Madrid. No seré yo el que ponga en duda las cualidades de uno de los cinco mejores porteros del mundo (Casillas, Courtois, Neuer, Cech y Valdés son mi top 5), pero sus frecuentes expulsiones y sus inoportunas lesiones han dejado patente que Pinto no puede ser el guardameta en un equipo como el Barça. Volvemos a lo mismo de antes: fichamos a Neymar pero olvidamos contratar a un portero suplente de garantías. Insisto, un portero que de juego de pies anda peor que Casillas con el pie derecho, que sale a la banda a despejar un balón y que no sabe cubrir sus palos, no puede ser el último recurso defensivo de un equipo top como el Barcelona. Daos cuenta ya.
- Llegamos a mi parte favorita, la delantera. Amigos, es un hecho: Messi merece un banquillazo de manual. Si tienes al "mejor jugador del mundo", tal y como dicen sus compañeros y el bocachancla de Bartomeu, dicho jugador deberá demostrarlo en TODOS los partidos. Queda muy bonito volver de una lesión, meterle dos goles al Getafe en la vuelta de Copa del Rey y en el Camp Nou, pero si luego juegas contra el Atlético o contra el Madrid, tienes que demostrar lo que vales y tirar del carro como ninguno. Sin embargo, como en Barcelona sobra el dinero, al menos para algunas cosas, se renuncia a los derechos de imagen del argentino y se le sube aún más la ficha. Esa bajada de pantalones me parece absolutamente inaceptable, pero claro, quién es el valiente que sienta a Messi. Por otro lado, Alexis este año ha resucitado, lo cual ha sido una sorpresa para mí. Su olfato goleador este año ha sido inverosímil y me ha dejado impresionado. Ahora bien, si al chileno le juntamos el vigor, la resolución y la generosidad de Pedro, la ecuación está clara. En este sentido me pongo en la piel del Tata y veo que si un jugador te ha costado más de 100 millones de euros, y lo que se haya llevado el padre, te van a obligar a ponerlo. Es más, si alguien me da una razón sólida de por qué el Barça ha fichado a Neymar, os prometo que la escucharé encantado y le aplaudiré, porque todavía no la he hallado. Mi delantera a día de hoy estaría clara: Alexis, Pedro y Cesc.
